
1. Usa la técnica correcta de cepillado:
- Coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia las encías.
- Realiza movimientos circulares pequeños y suaves, enfocándote en una sección de la boca a la vez.
- Cepilla todas las superficies de cada diente: la parte frontal, trasera y las zonas de masticación.
- No olvides la lengua para eliminar bacterias y mantener un aliento fresco.
2. Cepilla por al menos 2 minutos:
- Divide tu boca en cuatro partes y dedica 30 segundos a cada una. Usar un temporizador puede ayudarte a asegurar que cepilles por el tiempo adecuado.
3. Usa hilo dental diariamente:
- El hilo dental elimina la placa y restos de comida entre los dientes donde el cepillo no alcanza.
- Usa unos 45 cm de hilo dental, enrolla la mayor parte en los dedos y deslízalo suavemente entre los dientes. Forma una “C” con el hilo alrededor de cada diente y muévelo hacia arriba y abajo.
4. No olvides el enjuague bucal:
- Complementa el cepillado y el uso del hilo dental con un enjuague bucal que contenga flúor. Esto ayuda a fortalecer el esmalte y eliminar las bacterias.
- Úsalo después de cepillarte para maximizar la protección contra las caries y mantener un aliento fresco.
5. Cambia tu cepillo regularmente:
- Reemplaza tu cepillo de dientes cada 3 meses o cuando las cerdas se vean desgastadas. Un cepillo en buen estado es clave para una limpieza efectiva.