
El virus Boca-Mano-Pie es una enfermedad común en los niños menores de cinco años, aunque también puede afectar a personas de otras edades. Se trata de una infección viral contagiosa causada principalmente por los virus coxsackie, un tipo de enterovirus que se propaga fácilmente.
¿Cómo se contagia?
Este virus se transmite de persona a persona a través de:
- Contacto directo: con secreciones de la nariz, saliva o ampollas de una persona infectada.
- Tocar superficies contaminadas: como juguetes o utensilios.
- Cambiar pañales: el virus puede estar presente en las heces.
Por eso, es más común en guarderías, escuelas y otros lugares donde los niños comparten espacios cercanos.
Síntomas del virus Boca-Mano-Pie
El nombre de esta enfermedad se debe a las erupciones características que aparecen en estas zonas del cuerpo. Los síntomas incluyen:
- Fiebre: Generalmente el primer signo de la enfermedad.
- Dolor de garganta: que puede dificultar la alimentación.
- Manchas o ampollas en la boca: Estas pueden ser dolorosas y causar molestias al comer o beber.
- Erupciones en manos, pies y glúteos: A menudo aparecen como pequeñas manchas rojas que pueden evolucionar en ampollas.
- Malestar general: Irritabilidad, pérdida de apetito y cansancio.
¿Cuánto dura?
La enfermedad suele durar entre 7 y 10 días. Aunque las erupciones pueden parecer alarmantes, en la mayoría de los casos desaparecen por sí solas sin causar complicaciones graves.
¿Cómo se trata?
No existe un tratamiento específico para el virus Boca-Mano-Pie, pero se pueden aliviar los síntomas con medidas sencillas:
- Mantener hidratado al niño: Ofrécele agua, caldos o líquidos fríos para aliviar el dolor en la garganta.
- Aliviar la fiebre y el dolor: Con medicamentos recomendados por el pediatra, como acetaminofén o ibuprofeno.
- Cuidar las lesiones: Evita que el niño se rasque las ampollas para prevenir infecciones secundarias.
Prevención: ¿Cómo proteger a tu familia?
- Lavarse las manos frecuentemente: Especialmente después de cambiar pañales o tocar objetos contaminados.
- Desinfectar superficies y juguetes: Usa productos de limpieza adecuados para eliminar el virus.
- Evitar el contacto cercano: Con personas infectadas, especialmente durante los primeros días de la enfermedad.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Aunque la mayoría de los casos son leves, es importante visitar al pediatra si:
- La fiebre es muy alta o persiste más de 3 días.
- El niño presenta deshidratación (poca orina, boca seca o somnolencia).
- Las ampollas se infectan o supuran pus.
- Los síntomas empeoran o no mejoran después de una semana.
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